Dificultad y escalada artificial

Si el objetivo del artificial es disminuir el grado de dificultad de un paso y aumentar la seguridad de la progresión ¿Cuáles son los criterios que se siguen a la hora de graduar la dificultad de vías de artificial? ¿Qué diferencia hay entre A0 y A5, existiendo tantos factores en juego? Con lo expuesto a continuación esperamos resolver muchas preguntas relacionadas con mundo del “artificial”.

El objetivo principal de cualquier seguro intermedio colocado durante la escalada de un largo en libre es el de evitar que el escalador se exponga a una gran caída, aumentando la seguridad de la escalada. Durante el desarrollo de un largo de escalada en artificial valoraremos los seguros desde dos puntos de vista diferentes:

  • Seguros como medios de protección.
  • Seguros como sistemas de progresión.

Protección y progresión son los objetivos de los seguros intermedios colocados durante una ascensión empleando la técnica de escalada artificial.

Consideremos el siguiente ejemplo:

Pedro está escalando el segundo largo de una vía graduada de 5.10 ó A1. Ello quiere decir que el largo clave de la vía está graduado de 5.10 en escalada libre o A1 si empleamos la técnica de escalada en artificial. Esta vía fue abierta hace años utilizando estribos y colocando numerosos clavos a modo de seguro y progresión. Con el paso del tiempo los escaladores han podido prescindir del uso de estribos y hoy en día se escala totalmente en libre. El grado de escalada habitual de Pedro el 5.11 y su objetivo es intentar escalar el paso clave de la vía en libre. Una vez en él, Pedro se da cuenta de que el paso se le hace difícil. Un pequeño techo cosido con clavos viejos y oxidados marcan el camino a seguir. Después de chapar el segundo clavo Pedro decide agarrarse a la cinta express, superarse sobre ella y desde esa posición forzada intentar chapar el siguiente clavo. Una vez conseguido el chapaje y colocación de la cuerda decide repetir la maniobra para poder alcanzar el siguiente clavo y superar el desplome. Pedro ha escalado la vía en artificial.

Cuando escalamos un largo en libre colocamos los seguros y por ellos pasamos la cuerda. Nuestro objetivo en este caso es escalar ayudados de nuestras manos y pies en contacto con la roca, sin agarrarnos al seguro que hemos colocado previamente. En el caso de la escalada artificial repetiremos los primeros pasos realizados durante la escalada en libre, esto es, colocamos el seguro, pasamos la cuerda y al mismo tiempo nos colgamos de los estribos que previamente hemos enganchado en el seguro emplazado para de esta forma poder superarnos.

Algo de ética.

Si nos preocupan la ética es importante diferenciar entre la escalada libre y artificial. Como cualquier objetivo a desarrollar durante la escalada en general es preciso que sepamos de antemano que tipo de “filosofía” emplearemos al momento de empezar nuestra escalada. Por ejemplo: imaginémonos que vamos a escalar la vía del Nose, en el Capitan, por escoger una clásica. La vía la podemos escalar en un día (si estamos fuertes), la podemos escalar en libre o semilibre (estando fuertes) o bien la podemos escalar en un tiempo medio razonable, el cual suele ser de cuatro días en pared con tres vivacs. Si elegimos la primera de las opciones (escalar la vía en menos de 24 horas) nos veremos obligados a apurar en la pared, sin perder demasiado tiempo intentando escalar o forzar pasos en libre. La duda no puede aparecer y es nuestro deber apurar los largos, en ocasiones escalando en libre y en ocasiones en artificial. La segunda opción (escalar en libre lo máximo que podamos) requiere de una dedicación mayor a priori. Hemos de ser capaces de escalar en libre a un buen nivel para poder alcanzar nuestro objetivo de escalar la vía en libre con un buen porcentaje de éxito. La tercera opción (escalar la vía en un tiempo medio de cuatro días) requiere de una preparación adecuada que nos ayude a escalar la vía combinando las técnicas de libre y artificial. En este caso no nos preocuparemos de la duda de si nos agarramos al seguro o no, nuestro objetivo es subir y finalizar la vía en un tiempo adecuado.

Con este ejemplo simplemente intento hacer ver lo importante que es tener las ideas claras ante de comenzar la vía. ¿Escalaremos en libre, artificial o bien una mezcla de ambas? Cada cual es libre de elegir.

La Graduación.

La comunicación es primordial para el ser humano. Diferentes países, distintos idiomas pero en el fondo siempre hay posibilidad de entenderse (aunque sea a duras penas). En el mundo de la escalada también disponemos de un idioma que en la mayoría de los casos es de ámbito internacional: graduación de dificultades. Durante el paso de los años los escaladores siempre han querido compartir las experiencias que originan la apertura de una nueva vía de escalada. ¿Como hacer entender a otros escaladores la dificultad de la vía? Pues bien, en la escalada en libre disponemos de un sistema de graduación que nos permite identificarnos con la dificultad. Mediante tal sistema somos capaces de hacernos una idea de nuestras posibilidades a la hora de escalar una ruta antes de llegar al primer seguro. El sistema funciona bien, a veces existen algunas diferencias de grado de una región a otra, pero a la larga suele ayudar. Es importante conocer y escalar varias vías dentro de una misma zona de escalada para poder alcanzar una valoración de grado mas generalizada.

En la escalada artificial el sistema de graduación es un poco más sencillo, pues no está tan abierto como el empleado durante la escalada en libre.

La dificultad en la escalada artificial.

El sistema de graduaciones en artificial ha sufrido dramáticos cambios durante los últimos años. Hasta los años setenta la graduación era bastante sencilla. Estaba prácticamente diseñada teniendo en cuenta la inclinación de la pared. Si la pared a escalar era vertical (hasta los 90 grados) la dificultad se graduaba de A1. Si la pared era desplomada graduaba de A2, y si el objetivo a escalar era un techo la graduaríamos de A3. A1, A2 y A3 eran los tres grados basados en el ángulo de la pared. La calidad de los seguros emplazados y el posible factor de caída no influían a la hora de determinar la valoración del grado. Todavía hoy es posible encontrar algunos croquis de vías graduadas a la antigua usanza. ¡Cuidado!

Hoy en día el proceso de graduación es muy diferente al empleado a principios y mediados del siglo pasado. Como veremos posteriormente el concepto actual de graduación está basado de acuerdo con los metros o la distancia que el primero de cordada obtenga ante una posible caída. El grado aumenta progresivamente a medida que aumente la caída del escalador. Ante la posibilidad de una gran caída del primero, le daremos un grado más alto a la ruta.

¿Por qué la posibilidad de una gran caída? Sencillamente porque no sabemos cuanto caeremos si el seguro o seguros fallasen. La única manera de saberlo seria cayéndonos. Es por ello, al igual que en la escalada en libre, que la experiencia del escalador que gradúa la vía ha de ser completa. Un escalador experimentado en escalada artificial es capaz de acertar en un porcentaje muy elevado cuanta distancia se caería si los seguros fallasen. En largos de gran dificultad los seguros se prueban empleando el peso de cuerpo. Cada seguro probado ha pasado nuestro test de peso. Sabemos que el seguro nos aguantará subidos en los estribos, pero ¿aguantarían estos seguros el impacto de una caída? o por el contrario ¿saltarían los seguros “descosiéndolos”?. La única manera de saberlo seria cayéndonos, y no creo que ningún escalador esté dispuesto a hacerlo, sobre todo en grados altos de dificultad.

La graduación en artificial es una graduación cerrada. El grado más fácil es el A0 y el grado mas difícil es el A6. El grado no lo podemos extender más, pues el caerse en una vía de A5+ o A6 puede significar la muerte del escalador. Por el contrario, la graduación en libre es una graduación abierta. Hace unos años el 7a era el grado máximo imaginable, hoy en día ya rondamos el 9a+.

Como hemos visto anteriormente, el criterio de dificultad de artificial está determinado por la posible distancia de caída. El tipo de roca a escalar o los seguros empleados no debieran de afectar al proceso de graduación. Un largo de A1 puede estar asegurado indiferentemente mediante parabolts, buriles, empotradores, rivests, microfisureros, plomos, friends o clavos. El grado va a ser siempre el mismo, siempre y cuando los seguros cumplan su papel. Con el tipo de roca sucede lo mismo. Una vía de A3 debería costarnos el mismo esfuerzo en una roca arenisca que en el mejor granito del mundo. El tipo de roca y el material empleado pueden influir de manera subjetiva al grado en la escalada artificial.

A finales de los 80 y principios de los 90 se produjo en Yosemite una nueva denotación de grados en artificial. Durante varios años el paso de escaladores han añadido cambios a gran parte de las vías del valle. No obstante este cambio lo podemos aplicar a las zonas de escalada más populares del planeta. Vías que en un principio requerían de gran artesanía a la hora de emplazar seguros hoy las podemos escalar mediante el uso de nuevos materiales diseñados para tal fin. Rutas que requerían clavos hoy se escalan sin martillo, simplemente mediante el uso de microfisureros y pequeños sistemas de expansión. Vías en las cuales era preciso colocar plomos hoy se escalan con ellos ya puestos. Todos estos condicionantes han originado que la gran mayoría de las vías se hayan bajado de grado. Los A5 son A4 o incluso A3, los A4 son A3 o A2 y así sucesivamente.

Sistema de graduación

El grado está representado por la letra A (de artificial) seguida del número que determina la dificultad, comprendido entre el 1 y el 6. Al igual que la graduación en libre podremos añadir el mas (+) o menos (-) para disponer de un mayor detalle, por ejemplo A2+. Si el largo dispone de escalada libre se añadirá tal grado de dificultad, por ejemplo: 6b/A2. Esto quiere decir que el máximo grado a escalar en libre es 6b y el máximo grado a escalar en artificial es A2+. Si el largo nos ofrece la posibilidad de elegir entre escalar libre o artificial lo reseñaremos de tal forma: 6c ó A2. Esto quiere decir que el largo de artificial lo podemos forzar en libre con una dificultad máxima de 6c.

Si durante la escalada no utilizamos el martillo para colocar clavos o plomos, es decir, que utilizamos solamente sistemas de expansión por levas, empotradores, uñas o parabolts o clavos ya colocados en la roca, la escalada la denominaremos “limpia” y la graduación se representa con la C (del inglés clean) seguida del número correspondiente.

A continuación veremos de forma detallada los diferentes grados en artificial:

  • Ab. Artificial con buriles. El largo de artificial está equipado con buriles, rivets o chinchetas.
  • Ae. Artificial equipado. El largo está equipado con clavos, spits, parabolts o material abandonado (fisureros, plomos, etc.)
  • A0. Nos agarramos al seguro y nos superamos para poder progresar. No utilizamos estribos.
  • A1 o C1. Artificial fácil. Los emplazamientos suelen ser sencillos y sólidos. Si el escalador se cae el seguro anterior debiera de pararle sin problemas. Imaginémonos el mayor techo del mundo. Si está asegurado mediante parabolts, clavos, fisureros o sistemas de expansión (friends) a prueba de bombas, lo graduaremos con ésta dificultad. Nuestros riñones se quejaran por estar colgados en el vacío, pero las posibilidades de hacerse daño si nos caemos son mínimas. El largo nos puede llevar una o dos horas el finalizarlo.
  • A2 o C2. Artificial moderado. Los emplazamientos suelen ser sólidos, pero pueden resultar delicados y arduos de colocar. Normalmente hay uno o dos emplazamientos que solo aguantan el peso de nuestro cuerpo entre otros que si aguantarían una buena caída. De 5 a 10 metros de caída potencial pero sin peligro. El largo no puede llevar entre una y tres horas el finalizarlo.
  • A3 o C3. Artificial duro. Necesitamos comprobar metódicamente los seguros mediante la utilización del probador (deisy-chain). Normalmente se tratará de un largo compuesto de varios seguros débiles, cinco o seis aproximadamente, y los cuales solo aguantan el peso de nuestro cuerpo y no una caída. No obstante en el largo contaremos con buenos seguros que si que aguantarían una posible caída. Unos 20 metros de caída potencial pero sin peligro. El largo nos puede llevar de dos a tres horas el finalizarlo.
  • A4 o C4. Artificial serio. Muchos emplazamientos seguidos que solo aguantan el peso de nuestro cuerpo (de seis a ocho). De 20 a 30 metros de caída potencial con peligro de chocar contra repisas y salientes. Finalizar el largo nos puede llevar más de tres horas.
  • A5 o C5. Artificial extremo. Mas de diez emplazamientos seguidos que solo aguantan el peso de nuestro cuerpo y no una caída. Prácticamente podríamos descoser todo el largo en caso de caída. Es preciso comprobar cada seguro con mucha precisión. Finalizar un largo nos puede llevar más de cuatro horas.
  • A6. Artificial extremo. Igual que el de A5 pero con la posibilidad de que la reunión no aguante el impacto de una caída. El riesgo de caída mortal es real.

A veces ocurre que vías que están graduadas con la misma dificultad sean diferentes a la hora de la verdad. Es parte del juego. Esta claro que cuanto mas escalemos sobre los estribos en diferentes regiones y en diferentes tipos de roca, lograremos perfeccionar y entender mejor el sistema de graduación.

Buenos pegues!

Daniel A. Macedo P.

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